jueves, 19 de noviembre de 2009

A 19 años lo recordamos con cariño... Arturo "Cuyo" Hernández

    
 Hace 19 años se nos fue Arturo Hernández Gómez, para algunos polémico, para otros el mejor manager que ha tenido México, para mí simplemente mi abuelito…


 Nació un 2 de noviembre en el Estado de Jalisco y falleció el 20 de noviembre de 1990 en el Distrito Federal, ambos días festivos… un día de muertos para emerger a la vida y un Aniversario de la Revolución Mexicana y día en que también se reconoce y se premia a los mejores deportistas en México, para partir… lo cual, estoy segura, no es coincidencia sino un reconocimiento del cielo a su extraordinaria labor dentro del deporte del cuadrilátero.

     De cuna humilde, desde muy pequeño llegó a la Colonia Guerrero en el Distrito Federal, años después se inició como boxeador, labor en la que no destacó porque Dios le había dado otros dones, los cuales supo aprovechar para moldear grandes ídolos del pueblo y varios campeones mundiales. Sus lugares de trabajo los Baños Jordán y la sala de entrenamientos del gimnasio de los baños "Lupita" en Tacubaya.

     En 1977, fue nombrado "El Mejor Manager del Mundo" durante la convención que celebró el Consejo Mundial de Boxeo en Madrid, España.


Aquí con “El Chango” Casanova y Rodolfo Ramírez

     Durante sesenta años recorrió México y el mundo para estar en la esquina de sus pupilos, para los que fue maestro, consejero, motivador y en ocasiones para algunos casi un padre.

     Algunos de los boxeadores que dirigió: Manuel Ortiz, Luis Villanueva "Kid Azteca", Rodolfo “Chango” Casanova, José “Toluco” López, Fili Nava, Gabriel Bernal, German Torres, Memo Valero, Carlos Zárate, Alfonso Zamora, Lupe Pintor, Rafael "Bazooka" Limón, Rubén “El Púas” Olivares, Alexis Argüello y su última obra maestra Ricardo “Finito” López, a quien por motivos de salud, no pudo acompañar a la pelea por el campeonato mundial que se celebró en Tokio, Japón, el 25 de octubre de 1990 y en la cual Ricardo derrotó por nocaut al japonés Hideyuki Ohashi en el quinto asalto, para después regresar a México y llevarle el cinturón del título paja del Consejo Mundial de Boxeo.


Con Rubén “El Púas” Olivares y Carlos Zárate

     Algunas de sus frases: “Es un garbanzo de a libra”, “En el ring, no hay enemigo pequeño”, "El boxeo es el arte de golpear, sin ser conectado o dejarse pegar lo menos posible", “Aquí no hace falta el que se va, ni sobra el que se queda”, "Ese peleador es como un helado en forma de guante de boxeo, sabroso y muy delicioso, pero muy frío".

     Sus sobrenombres: “El Cuyo” (por sus ojos) y “El Tormentoso” (por su carácter).

     Alegre, optimista, sincero y de gran corazón… así fue Arturo “El Cuyo” Hernández a quién hoy recordamos con mucho cariño.


En esta foto ya con más edad, así es como yo lo recuerdo…